+34 613 023 851
Aunque la mayor parte de la gente elige los meses de verano para viajar, lo cierto es que ha otras épocas del año, como el otoño, que también tienen su encanto. Y lo mejor de todo es que, al ser temporada baja, podemos viajar por un precio más económico y evitar la masificación de gente por todas partes. Pero además, si eres un gran amante del turismo rural, el otoño es uno de los mejores momentos para hacer excursiones en la naturaleza, ya que podremos disfrutar de la variada paleta de colores que caracteriza a la vegetación en esta época y que le da ese aire tan romántico y melancólico al paisaje.
En otoño las noches empiezan a ser más largas que los días, la luz se vuelve más tenue, las temperaturas bajan al ponerse el sol, las hojas de los árboles se amarillean y forman preciosas alfombras sobre el suelo, y comienzan a hacer su aparición las primeras lluvias, dejando en el ambiente. Por este motivo, es el mejor momento para reservar tu estancia en nuestro hotel de Sarria (Lugo) y aprovechar para hacer senderismo, disfrutar de las castañas y del vino recién elaborado, de la observación de aves migratorias y un sinfín de posibilidades más.
La mejor época para hacer senderismo
Lugo es la capital boscosa por excelencia de Galicia. Sus montañas y sus valles vírgenes forman el paisaje de mayor tamaño de toda la comunidad. En Baleira, encontramos la Fraga de A Marronda. Una de las reservas de hayas más extensas de todo el continente europeo, que cuenta con catorce senderos de diferentes longitudes distribuidos en forma de anillo. Un paisaje de incomparable belleza por el que discurre el río Eo y por el que el paseante puede contemplar casas tradicionales, hórreos, pequeñas capillas de monta e iglesias.
A Serra dos Ancares hace de frontera natural entre las comunidades de Galicia y Castilla y León. Un paraje precioso en el que se esconden pequeños pueblos con sabor tradicional que, en muchos casos quedan totalmente incomunicados al llegar las nieves. Además, se trata del último reducto de oso pardo que existe en la región. Merece la pena visitar la zona solamente por poder contemplar la frondosidad y la intensidad de los colores de su vegetación.
Disfrutar de las mejores castañas
La castaña es el fruto por excelencia de la provincia de Lugo. De hecho, durante mucho tiempo formó parte esencial de la dieta de los gallegos, hasta que se introdujo la patata. El Soto de Agüeira es uno de los mejores reflejos de este legado. En este lugar podemos encontrar castaños con cientos de años que se entremezclan con otras especies propias de la zona. A sus alrededores se extienden las localidades de Cormes, Agüeira y Morcelle. Además, en lo más alto se levanta la torre de la familia de los Erbón que antaño fue utilizada como prisión.
Deleitarte con una copa de vino recién hecho
Aunque suele decirse que el vino es mejor cuantos más años tenga, lo cierto es que si haces una escapada otoñal a Lugo, no puedes dejar pasar la oportunidad de probar algunos de sus vinos recién hechos, considerados por muchos como los mejores de España. La mejor forma de hacerlo es haciendo una ruta de tapas parando por los numerosos bares y tabernas típicas donde podrás probar los generosos aperitivos que acompañan a cada consumición.
Pasear por la ciudad con tranquilidad
Déjate embriagar por la melancolía y el romanticismo de las calles y monumentos de Lugo cuando llega el otoño. Todo ello enmarcado por un entorno de gran belleza. Y es que Lugo está situado en un altiplano a orillas del Alto Miño. Las huellas de la civilización romana se hacen patentes a cada paso, pero también merece la pena hacer una visita a su catedral y pasear por el Parque de Rosalía de Castro, que con sus estanques y sus árboles llenos de colores otoñales se convierte en el lugar perfecto para pasear y relajarse.