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El Camino Francés es uno de los más populares entre los peregrinos que deciden hacer el Camino de Santiago. Aunque muchos lo hacen entero, otros deciden hacer solamente los poco más de 100 kilómetros que suponen la recta final del itinerario, el mínimo a recorrer para conseguir la “Compostela”. Un camino muy hermoso que discurre entre Sarria y Santiago de Compostela y que lleva al peregrino a recorrer los bellos parajes gallegos, dominados por un impresionante manto verde, salpicado de pueblos, aldeas y villas con mucho encanto. Sin duda, una forma inmejorable de entrar en contacto con el Camino de Santiago.
Aunque muchos viajeros optan por alojarse en albergues, ya sean públicos o privados, lo cierto es que a lo largo del itinerario, también es posible encontrar otro tipo de alojamientos más cómodos, donde descansar mejor y disfrutar de ciertos servicios que harán que el trayecto sea más llevadero. Puedes reservar un hotel en el Camino de Santiago tanto al inicio como a mitad de la ruta o al final. Aunque si no puedes permitirte hacerlo en más de uno, nosotros te recomendamos que lo hagas en Sarria, al comienzo, para poder iniciar el camino con fuerzas.
Llegada a Sarria
A tu llegada a Sarria, podrás aprovechar para conocer esta preciosa villa antes de partir hacia Santiago de Compostela y sentarte en una de las terrazas del Malecón y tomar algo mientras disfrutas de las maravillosas vistas del río. Podrás pasear por el río hasta llegar a la zona de O Chanto, donde podrás darte un baño en sus piscinas. Pero además, Sarria es un verdadero paraíso para los enamorados del arte. En el Monasterio Convento de la Magdalena, podrás descubrir piezas antiguas y conocer de primera mano el arte de la restauración.
Primera etapa: Sarria – Portomarín (25 km)
Esta primera etapa discurre entre caminos rurales, bajo la sombra de los robledales. Pasando por pequeñas aldeas como Ferreiros o Lavandeira. Ya en Portomarín, cruzarás el río Miño, bajo cuyas aguas descansa el antiguo Portomarín. Una etapa que no defrauda en absoluto, ya que ofrece incontables aldeas en las que encontrarás buenos ejemplos del románico, pistas vecinales asfaltadas, senderos rurales, pasarelas rústicas y puentes medievales. No te pierdas la visita a la iglesia de San Nicolás, reconstruida piedra a piedra.
Segunda etapa: Portomarín-Palas de Rei (30 km)
Subirás a Castromaior y luego a la Sierra de Ligonde para bajar progresivamente a través de las aldeas de Eirexe y Ligonde, hasta llegar a la villa de Palas de Rei. Aquí podrás visitar el majestuoso Castillo de Pambre.
Tercera etapa: Palas de Rei- Arzúa (30 km)
Seguirás avanzando entre bellísimos caminos rurales y puentes medievales hasta Melide, donde no debes dejar pasar la oportunidad de probar el exquisito pulpo á feira. El camino continua por un paisaje agrícola que llega hasta Arzúa después de atravesar el precioso río Iso.
Cuarta etapa: Arzúa-Rúa (19 km)
No puedes marcharte de Arzúa sin probar el delicioso queso con Denominación de Origen Arzúa-Ulloa y sin sellar tu credencial en la iglesia de Santiago de Arzúa. Durante esta etapa y hasta la localidad de Rúa te acompañarán las verdes colinas, salpicadas de encantadoras ermitas como la de Santa Irene.
Quinta etapa: Rúa-Santiago (21 km)
Tras dejar atrás Pedrouzo subirás por Amenal y bajarás hasta Lavacolla. Volverás a subir hasta alcanzar el Monte do Gozo, desde donde podrás ver por primera vez las imponentes torres de la Catedral de Santiago. Desde aquí, solamente 4 km separan al peregrino de la ciudad compostelana. Cruzarás el barrio de San Lázaro y la Puerta del Camino, dejando atrás la Plaza Cervantes. A través de las preciosas calles del casco viejo de Santiago, que tantos peregrinos han visto pasar desde hace siglos, llegarás a tu destino, la Catedral de Santiago accediendo por la Puerta Santa si es año Santo o por la Puerta de la Azabachería si no lo es.